Se le conoce como «pana» o «panita».
Venezolano y amante de la salsa, del béisbol y por cierto del básquetbol. Llegó a Iquique a jugar por La Cruz el año 2010. Le bastó una sonrisa para ganarse el amor de toda la hinchada, esa que no se da con cualquiera, esa que no conoce la palabra tal vez, o quizás.
Es todo o nada.
El cielo o el infierno, pero el purgatorio; ahí no van los crucianos.

Dale, se puso la amarilla con negro y se halló como en casa. Esa casa que dejó en su natal Venezuela.

Los niños y las niñas fueron los primeros que descubrieron su alma de niño, travieso y juguetón. Nos regaló noches espléndidas de victorias siempre soñadas, pero pocas veces realizadas.

Debajo del tablero corrió a los intrusos de siempre.
Nostalgia, canta Angel Canales, y Dale ahuyentaba los fantasmas de la derrota
Impuso soberanía con dignidad como si hubiera nacido cruciano.
Debajo del tablero se habló en su lengua: caribeño y salseado.
Oscar D’ León mientras tocaba el bajo, Dale que dale, bailaba.

En La Cruz, se le respeta, se le echa de menos.
Y se le agradece esa noche de febrero del 2011 que aun contamos y cantamos.

Nació el 9 de octubre de 1974