Año I número 3

Iquique, Noviembre de 1981
Órgano cultural del C.D. “LA CRUZ”
Fundado el 9 de septiembre de 1923
Barrio Plaza Arica
IQUIQUE, CHILE

 

Directiva Club Deportivo “La Cruz”

Presidente Honorario: General Iván Doboud Director de DIGEDER
Presidente: Manuel Silva O.
Vice- Presidente: Mario González C.
Tesorero: Edgardo Barría B.
Pro- Tesorero: Oscar Ahumada R.
Secretario: Bernardo Guerrero J.

 

Consejo Editorial

Julio Romero C.
Sergio González M.
Carlos Aguilera M.
Luz María Armijo L.

 

Director: Bernardo Guerrero J.

 

Colaboradores de este número:

Carlos Aguilera M.
Edgardo Barría B.
Ricardo Bustamante R.
Víctor Cavieres C.
Sergio González M.
Bernardo Guerrero R.
Nelly Lemus
Juan Podestá A.
Julio Romero C.

 

Diseño Portada: Jorge Pantoja G.

Fotografía: Alfredo Oñate C.

“Y no esperes que por ti vayan pensando es peligroso te pueden ir engañando”
Nelson Schwenke

 

Presentación

En este número de La Canasta hemos querido mirar de frente un aspecto de nuestra realidad: el alcoholismo. Esta verdadera lacra social tiende, día a día, a convertirse en una de las constantes más desgraciadas del ser humano de nuestro país.

Nuestro barrio, no es una isla ni un remanso de calma, es parte integrante de Chile, y por lo tanto, también sufre este problema.

Estamos convencidos que el mejor modo de enfrentarlo, es empezar por plantear el alcoholismo desde diversos ángulos o puntos de vista. Es así como en La Canasta Nº 3se consignan diversas perspectivas: la sicología, la sociología y la médica, con la manifiesta intención de mostrar un enfoque que ojalá se traduzca en una operativa interdisciplinaria que tienda a reducir el número de alcohólicos, actuando directamente sobre las causas que lo provocan, y en lo medular, evitar que la juventud caiga en las redes del alcoholismo.

Nuestro Club Deportivo desde hace un tiempo ha venido percibiendo este problema, y en esta oportunidad ofrece a la comunidad de la Plaza Arica y de Iquique entero, este esfuerzo que con la ayuda de todos tendrá que dar sus frutos, más temprano que tarde.

No olvidemos que de no actuar en forma conjunta y eficaz, nuestros hijos que en definición son alcohólicos en potencia (por la desorientación que existe, por la proliferación y gran accesibilidad que existe para el consumo de alcohol etc.) reproducirán el día de mañana la cruda realidad que en la actualidad nos golpea. El combate contra el alcoholismo es un compromiso individual y social a la vez.

 

Dos formas de entender el alcoholismo / Juan Podestá

El problema del alcoholismo en nuestra sociedad alcanza ribetes alarmantes. Es un problema que se filtra y entorpece el rodaje de las más variadas actividades humanas: económicas (ausentismo laboral, accidentes profesionales, etc.) sociales (desintegración familiar, marginalidad, etc.) educacionales (conducta y personalidad de los hijos de alcohólicos, prosecución educativa de los mismos, etc.) salubridad social (mortalidad, desnutrición, enfermedades psiquiátricas, etc.), y muchas otras actividades.

Lo relevante del problema es distinguir donde están las causas que generan este problema. Para ello conviene diferenciar entre dos perspectivas o formas de entender esta situación.

 

A.- Una perspectiva sicológisista.

La que parte por reconocer que el alcoholismo es una enfermedad básicamente individual, es decir, las causas se ubican en cada individuo que se alcoholiza. Y se produce cuando frente a determinadas situaciones críticas (divorcio, soledad afectiva, deficiencias en la personalidad, nivel educativo, etc.). El hombre reacciona evadiéndose de la realidad, de forma tal que entra en la senda del alcoholismo.

 

B.- Una perspectiva Sociológica.

La base del análisis radica en entender que la forma organizativa que adopta esta sociedad (lo que se entiende por estructura) influye y orienta los tipos de conducta y las formas de inserción en dicha estructura.
El problema conductual y participativo se define en la relación de medios-fines, que la sociedad estructura para que los individuos puedan desenvolverse en la sociedad. Según la óptica sociológica, el problema se genera cuando dicha relación medios-fines se divorcia o polariza, y en consecuencia muchos individuos caen en el alcoholismo cuando no tienen la posibilidad de acceder a determinados medios (educativos, laborales, recreativos, sociales, etc.), por tanto el logro de los fines deseados se obscurece, por otra parte también se da el hecho de existir los medios (motivación, vocación, aptitudes, etc.) pero los fines a lograr no se alcanzan por ser privativos de otros grupos o estratos (participativos, económicos, ideológicos, etc.)
Lo interesante al plantear ambas perspectivas es que de ellas emanan dos diferentes tipos de procesos o terapias de rehabilitación: una terapia clínica, en que interesa habilitar “el sujeto” alcoholizado; y otra terapia social, en que interesa reconstruir una mejor educación entre el medio y fines sociales, de allí emanará una posible solución al problema del alcoholismo.

 

Algunas Manifestaciones Conductuales del Alcoholismo / Carlos Aguilera M.
 
En un artículo anterior analizábamos algunas conductas que podían ser considerados como indicadores de una tendencia al consumo exagerado de alcohol. En esta oportunidad nos interesa ver cómo se comporta habitualmente un alcohólico, de manera de poder lograr aproximarnos a su problema y ayudarlo.
 
Señalemos en primer lugar una diferencia entre el que es incapaz de abstenerse de beber y el incapaz de detenerse, considerado que hay personas que padecen de ambas incapacidades.
El individuo que no se puede abstener es que, ante una invitación a beber, o antes cualquier oportunidad que se le presente, es incapaz de negarse a ingerir alcohol. El es también quien generalmente propone, “para alegrar la cosa”, que hay de tomar. Le es necesario contar con el apoyo del alcohol para desempeñarse bien ante los demás. Es una persona que, cuando no está con trago, se presenta como muy inhibida, le cuesta hablar, parece deprimida o triste. Todas estas cosas le causan angustia por no sentirse a la altura de las circunstancias, entonces bebe y, casi por arte de magia, se pone chispeante, alegre, vivaz, conversador etc. Pero cabe preguntarse, ¿Está siendo realmente auténtico?, en realidad no, solo está demostrando que sin un trago no es nada, que necesita tomar para destacarse.
 
La incapacidad para detenerse, por otra parte, es un problema que se presenta con mayor fuerza, generalmente se manifiesta en alcohólicos recién rehabilitados o en bebedores que están llegando al límite de su resistencia al alcohol. A estas alturas ya hay un daño en un organismo, y es el cuerpo el que pide el alcohol; el individuo toma el primer trago y no puede parar hasta embriagarse totalmente.
 
¿Qué hay que hacer frente a estas dos situaciones?. En ambos casos hay algunas pautas claras a seguir:
Primero. No incitar a nadie a tomar. Si una persona tiene la suerte de poder beber sin llegar a extremos, debe considerar que esta es una capacidad que no todos tienen: el alcoholismo es una enfermedad a la que algunos están más expuestos que otros.
Segundo. Intentar departir con los amigos o parientes sin tener que tomar. Este es un verdadero desafío. En realidad, la lucha contra el alcohol es todo un desafío: es la batalla del hombre contra la botella de licor. ¿Quién es más fuerte? Creamos en el hombre, no juguemos con su vida, sea nuestra o de otros.

 
 

Alcohol E Infancia / Dr. Ricardo Bustamante R.

El alcohol, además de todos los problemas sociales, de relación personal, laborales, etc. Y de las alteraciones físicas que produce en la persona que lo ingiere en forma excesiva, es también un productor comprobado de malformaciones y de alteraciones físicas y psíquicas en el niño; ya sea directamente como en el recién nacido hijo de la madre alcohólica o en forma indirecta por la alteración del ambiente familiar.
 

Una embarazada alcohólica puedo tener un niño que presente el llamado “Síndrome Fetal Alcohólico” que posee características mas o menos especificas: 1.- Trastornos del Sistema Nervioso como retardo mental y falta de coordinación muscular; 2.- Trastornos en el desarrollo antes y después del nacimiento; 3.- Alteraciones de cráneo y cara como ojos pequeñas, parpados caídos, estrabismo, alteraciones del paladar, etc.
 

Esto indica que un niño que sufra esto se encuentra desde el momento mismo de su nacimiento con serias desventajas con respecto a uno normal de su misma edad.
Esto indica que un niño que sufra esto se encuentra dese el momento mismo de su nacimiento con serias desventajas con respecto a uno normal de su misma edad.
 

Si en una familia ocurre que el padre o la madre son alcohólicos, el ingreso económico mensual estará mal distribuido, utilizando gran parte del dinero a comprar vino. De esto resultara que la alimentación del grupo familiar será deficiente, esto es principalmente grave si en él hay menores de un año o entre uno a cinco años; pues la desnutrición que ellos sufrirían no solo va a alterar su peso y estatura si no que también retrasará su desarrollo cerebral y mental, que se puede alterar aun mas, se considera que estos niños escasamente recibirán estímulos importantes por parte de sus padres, lo cual es un factor esencial en el desarrollo psíquico y motor del niño.
 

Como se puede apreciar, todo esto configura un cuadro dramático, de un difícil (si no imposible) solución una vez establecido, y que se perpetué en la media que los niños que crecen en el ambiente carezcan del consejo y ayuda oportuna. De allí la necesidad de crear conciencia sobre este problema a modo de lograr una prevención precoz mediante el consejo oportuno, especialmente a nivel escolar.
 

“Ríete niño, no sepas lo que pasa, ni lo que ocurre …”
Miguel Hernández

 

 

Oniris / Nelly Lemus

Un día volverás
con la bandera dulce
de tus ojos,
Será en cualquier
momento,
en cualquier patio,
en un trozo de calle
improvisado.
Habrá ruidos,
pisadas,
los buses cargando
una hora diaria,
en el diario remedo
de mi vida.
Al lado de un semáforo
quedaré meditando.
Una esperanza
encenderá sus luces
y yo caminaré
a ese cualquier patio,
a ese trozo de calle,
a ese cualquier momento
donde tú. .. No estarás. ..
Porque no es cierto,
ni tus ojos,
ni tu,
ni mi esperanza,
sin el tiempo
sin tiempo a un recuerdo
tu par de alas. ..
Muriendo en la alambrada.

 

El recuperado alcohólico / Víctor O. Cavieres C.

El tratar de ser recuperado alcohólico compromete muchas de las decisiones del ser humano en su tarea diaria. Labor que a su vez, se ve comprometida por el mundo nuevo que rodea a la persona que proyecta a su afán por rescatar los valores humanos extraviados.
 
En esta razón, de experiencia vivida, podemos observar que el enfermo alcohólico es un ser que tiene un mundo muy particular y en el que trata de auscultar cual fue la razón por la que no “perteneció” antes a otro.
 
Es una suerte de verdaderas equivocaciones: que “si estoy bien?, no le parecerá mal?, ¿podre hacerlo?; en fin, sujeciones que si no es fuerte , pueden trastocar definitivamente su valor como viviente. Y es también, una suerte de certeza absoluta cuando posesionado de sus valores asegura: ¡Estoy bien! ¡Me parece mal! ¡Lo haré!
 
El enfermo alcohólico, en vías de recuperación es muy distinto a otro enfermo alcohólico. Podrá según su cuadro clínico, estar enmarcado en ciertas clasificaciones uniformes con sus iguales trastornos, cualesquiera que sean, mas no pueden enmarcarse en el de su “otro yo” puesto que las experiencias que devienen de su enfermedad, son completamente distintas.
 
De ahí que un enfermo alcohólico vivía mas presionando que una persona normal por los estímulos que lo rodean y que inciden en sus actos, los que juzgados por el “ambiente social” ven desmedradas, si no obstaculizados, sus intenciones de rehabilitación.
 
Esta rehabilitación tarda cuando, obsesionando por la presión ambiente, trata de esquivar las dificultades que se le presentan y que no puede resolver porque no recibe la ayuda necesaria de los elementos que componen interacción del grupo humano que momentáneamente convive.
 
“Para seguir el camino hay que recomenzar”
Vicente Huidobro.

 

 

Deporte y Alcoholismo / Bernardo Guerrero J.

Al parecer hay acuerdo en considerar la práctica del deporte como un eficaz remedio social contra el alcoholismo. Sin embargo, esta idea generalizada es a veces, no muy cierta.
Es verdad que el deporte en si tiene una importancia casi vital sobre el desarrollo de la persona, pero no hay que perder de vista el hecho de que el deporte se inserta dentro de una situación más global que el propio marco de este. De allí que es necesario reflexionar sobre este incuestionado remedio social
 
De hecho, la práctica deportiva, cuando no es enfrentada y dirigida en forma planificada, puede ser a la larga, un incentivo para el consumo de alcohol en forma desmedida, de manera tal que pueda desembocar en alcoholismo, de penetrar en el terreno de la sicología del deportista ni de referirnos tampoco a la historia deportiva nacional, tan llena de “triunfos morales” de “ganar experiencias” ni de otros justificativos a nuestras derrotas.
Pero si podemos, en base a observaciones, mencionar algunos elementos.
En celebrar el triunfo, el empate o la derrota, son a menudo pretextos para despertar “una sed” que tendrá que ser calmada con cualquier bebida alcohólica.
 
Esta situación descrita si no es enfrentada adecuadamente, puede ser a la larga contraproducente, y el remedio ser peor que la enfermedad. Para ello debe consignarse una actitud más integral sobre el deporte, para no caer en el “deportivismo” es decir, en la tendencia a crecer en el deporte y sin proyección social, que es la mejor manera de terminar – o evitar- la realidad social, de la cual en nuestro medio el alcoholismo es parte integrante.
Fundar por fundar Clubes deportivos no es a veces la solución más acertada. Porque a lo mejor sólo se estaría facilitando la creación de espacios institucionales para favorecer el consumo indebido o desmedido por el alcohol.
 
A esto hay que agregar, la proyección que estos mismos clubes tienen sobre la juventud, que por esta vía estarían traspasando el problema del alcoholismo a las generaciones venideras.
Hay que meditar más concienzudamente esta situación y proponer una solución al problema del alcoholismo que esté de acuerdo a la realidad en que se vive.

 

 

HOROSCOPO / por el profesor Tiberio.

 
Capricornio (22/12 al 20/1)
Sus tensiones se aliviaran un poco, si hace vida al aire libre
 
Piscis (20/2 al 20/3)
Su constancia por lo que busca lo llevara a conquistar la paloma de sus sueños.
 
Tauro (20/4 al 20/5)
Su fuerza de voluntad lo ha llevado a triunfar. Es hora de comunicar sus experiencias.
 
Cáncer (26/6 al 27/7)
Todos los excesos son peligrosos busca el punto del equilibrio.
 
Virgo (23/8 al 22/9)
No debes ser tan autoritario con tus amigos. Debe aprender a entregar más de ti.
 
Escorpión (24/10 al 21/11)
La amistad es una actitud hacia los demás, es entrega y compromiso.
 
Acuario (21/1 al 19/2)
El cariño de sus amigos es un incentivo mas para su espíritu solidario.
 
Aries (21/4 al 19/4)
La buena literatura es una excelente compañera para su soledad. Se anuncia viaje de ser querido
 
Géminis (21/5 al 21/6)
Demasiado apego a la tv lo está alejando de la realidad
 
Leo (23/7 al 22/8)
Es tiempo de concluir los compromisos contraídos.
 
Libra (23/9 al 23/10)
Debes distinguir bien entre lo ostentoso y lo que realmente se necesita.
 
Sagitario (22/11 al 21/12)
Solo actuando honestamente conseguirá respetarse a su mismo y el respeto de los demás.