Por Bernardo Guerrero
La Cruz, fundado el 9 de septiembre de 19123 en el Colorado, se trasladó en los años 50 a la Plaza Arica. Este año estamos celebrando 88 años de vida institucional.

Estos textos aparecerán en la página web:  www.crucianos.local. Los compartimos con ustedes.

Las fotos de los equipos de basketball son siempre las mismas. Al igual que la de los futbolistas, siguen un patrón definido. ¿Por quién? No se sabe, nunca lo sabremos y es mejor que nunca se sepa. Pero hay variantes. Como son cinco, les basta una sola fila. Cuando hay “banqueros”, o bien alargan el medio círculo, o hacen dos filas, unos parados y el resto agachados. Tienen casi siempre la mirada serena. Obvio, si van a jugar. Y los niños, son o suelen ser serenos. Miran siempre hacia el cielo, a un tablero lejano con un aro, que gracias a la distancia, se ve más pequeño. Los de arriba, casi siempre son los viejos, abajo, los jóvenes, los aleros, los pequeños que arrancan a esperar el quiebre, como Víctor Barrios Figueroa, el “mona”, que anda ahora haciendo bandeja en el Club Deportivo Paraíso.

En esta fotografía uno de los quintetos de La Cruz de los años 65 aproximadamente. De pie, Enrique Silva, Rozas, Véliz, Manuel Silva, Meza.
Agachados, Campos, Zagals, Gaete y Santander .
Cada uno ellos con sus respectivo sobrenombres.

Indumentaria

¿Por qué el Peñarol de Montevideo, tiene los mismos colores que La Cruz? Una posible respuesta, es la que afirma que el amarillo y el negro, son tradicionales y dominantes en las faenas ferroviarias. El Fernández Vial, también. Pero a los crucianos, no nos dicen aurinegros, ni carboneros, nos dice simplemente, crucianos.

En la primera foto de La Cruz, aparecen varios jugadores, infantiles, con lo que se supone, se echó a correr el balón. Una camiseta amarilla y una franja negra, cruzada. Pantalones negros. Y ya, no había más dinero y la humildad es el otro color que nos acompaña.

La Directiva

La directiva es la formalización de las energías que se movilizaron para llegar a elegir a quienes “regirán los destinos de la institución”. Es una solemnidad elegirla, y no tanto destituirla. Un club sin directiva no existe, aunque sus jugadores digan que no. ¿Y con quien se habla ah? Hubo clubes que tuvieron más de 20 dirigentes. Por esa vía imagine el tamaño de la asamblea.

En el año 1923 sacarse una foto en pleno proceso de constitución, no era fácil. Viejos formales. Obreros, pero formales. Paletó, corbata, zapatos, a lo mejor, lustrados. Se notan orgullosos de estar ahí, en la élite de los humildes.

Bernardo Guerrrero Jiménez